domingo, 27 de noviembre de 2016

LAS NUEVAS TECNOLOGÌAS Y SU APLICACIÒN EN LA EDUCACIÒN. Crisel Mota


Hoy día grandes cambios suceden en el ámbito educativo, transformando la enseñanza tradicional hacia la propuesta de nuevos ambientes de aprendizaje enriquecidos no sólo por la tecnología, sino por las nuevas técnicas y metodologías didácticas, moviéndonos de un aprendizaje pasivo a uno totalmente activo. Grandes retos se tienen en educación al abrazar la tecnología en vez de sólo incorporarla en un modelo rígido y tradicional, esto significa proponer cambios en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
 Además, significa pensar en diseñar muy selectas experiencias de aprendizaje en vez de solamente un montón de actividades de aprendizaje; es  también diseñar nuevas rúbricas de evaluación en ambientes digitales e interactivos en donde se promueva el aprendizaje significativo, siendo el estudiante capaz de utilizar todas las herramientas a su alcance (incluyendo Internet y dispositivos móviles), en vez de seguir ofreciendo instrumentos de evaluación que fomentan la memorización y castigan la creatividad, incluyendo el pensamiento crítico.
 Por otra parte, las transformaciones a nivel mundial en todos los ámbitos demandan mayor conocimiento de las personas, por lo que resulta importante que las instituciones educativas puedan crear modelos educativos con estrategias innovadoras que permitan que los estudiantes desarrollen habilidades, competencias y conocimientos que los vuelva competitivos para enfrentar el mundo cambiante que les toca vivir.
Por lo tanto, innovar en la educación debe ser una práctica diaria  no un programa  asignado por nuestras autoridades y debe demostrar el compromiso que debemos tener todos los que nos dedicamos a esta actividad.  Para innovar en la educación no se requiere de equipos sofisticados y grandes recursos, innovar es una decisión que es necesaria para avanzar como personas y como sociedad. Debemos enseñar y motivar a nuestros estudiantes a ser innovadores, pero primero tenemos que serlo nosotros.
De igual manera, para innovar hay que trabajar mucho, además de planificación y disciplina pero ello no sucede espontáneamente, muchos docentes asisten a seminarios, talleres, conferencias donde van en la búsqueda de actualizarse y desarrollar competencias en el manejo de las nuevas tecnologías como herramientas para la enseñanza, salen de allí con entusiasmo por lo que las nuevas metodologías puedan aportar  a su ejercicio profesional.
Sin embargo, cuando regresan a aplicar estas metodologías, se pierde todo entusiasmo al enfrentarse a  la realidad de los cambios que tienen que hacer en la manera que han enseñado desde siempre. Podrán utilizarse las nuevas tecnologías, pero se seguirá  inmerso  en la pedagogía tradicional, sino se ha variado la postura de que el profesor tiene la respuesta y se `pide al estudiante que la reproduzca.
Asimismo, el sistema educativo se encuentra inmerso en una serie de cambios, entre los cuales podemos destacar el conjunto de transformaciones propiciadas por el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación que han revolucionado, tanto las relaciones sociales docente-estudiante como las relaciones entre iguales, además de generar nuevos procesos de construcción del conocimiento y la identidad. En una sociedad donde existen grandes cantidades de información sobre cualquier tema al alcance de todos, diversas vías para ampliarla, compartirla y contrastarla y una constante actualización del conocimiento, el antiguo rol del profesor como experto y guardián de un saber estable y fiable deja de tener sentido.
Por lo tanto, el profesor pasa a ser un guía y un facilitador de recursos y herramientas para que los estudiantes exploren, contrasten, evalúen las informaciones disponen de forma crítica a fin de que elaboren su propio conocimiento y dirijan su propio proceso de aprendizaje hacia las áreas de su interés.  Realmente es un tema clave el estudio del rol del docente ante las nuevas tecnologías. Además de utilizarlas como herramienta para hacer múltiples trabajos (buscar información, redactar apuntes...), además de asegurar a los estudiantes una alfabetización digital, conviene que las utilicen como potente instrumento didáctico para facilitar los procesos de enseñanza-aprendizaje, aplicando diversas metodologías en función de los recursos disponibles, de las características de los estudiantes, de los objetivos que se pretenden (Marqués P, 2002)
 Asimismo, las innovaciones tecnológicas en la educación  actualmente pueden apreciarse, tanto a nivel regional como nacional como una estrategia de mejora educativa. El uso de estos nuevos recursos tecnológicos implica nuevos planteamientos de diversa índole: la disponibilidad de los recursos, la propuesta pedagógica, los conocimientos de los profesores, el apoyo que ofrece la institución educativa, entre otros. En general, las clases dadas en las escuelas están pensadas para que los docentes dicten la lección, y los estudiantes utilicen un determinado material impreso.
No obstante, si se adhiere a una postura constructivista del aprendizaje y de la enseñanza, donde el conocimiento no es único ni objetivo, es esperable que a través de la incorporación de los nuevos recursos, los  estudiantes sean partícipes de la construcción de sus propios saberes, siendo de gran importancia el contexto social y  el del aula en el que se desenvuelven. En este sentido, lo que interesa es favorecer la integración de los recursos tecnológicos a las prácticas pedagógicas adecuadas, con el objeto de lograr un aprendizaje significativo, mejorar la comprensión de conceptos y favorecer el desarrollo de nuevas capacidades y habilidades. Por esta razón, el centro de preocupación debería ser el análisis de los recursos disponibles en relación con la actividad del docente en la enseñanza.
Por consiguiente, estos recursos tecnológicos ofrecen a los docentes la posibilidad de replantearse las actividades tradicionales de enseñanza, para ampliarlas y complementarlas con nuevas actividades y recursos de aprendizaje. Existe una gran cantidad de recursos digitales disponibles, tanto elaborados por empresas comerciales como por los propios profesores. En estos momentos se pueden encontrar materiales sobre todas las áreas curriculares, muchos de acceso gratuito, a disposición de los docentes en los principales portales educativos.
 Pero además, resulta de gran interés la posibilidad de que los educadores realicen sus propios materiales digitales educativos, ajustados con precisión a sus objetivos y necesidades curriculares, mediante el uso de aplicaciones genéricas (procesadores de texto, presentaciones, hojas de cálculo, programas de dibujo, edición de video, etc.), herramientas tecnológicas educativas como el uso de Dropbox, Skype Drive, Mind map, Portafolio Electrónico,  entre otros.
Por otro lado, estas innovaciones tecnológicas permiten trabajar en entornos de trabajo colaborativos más allá de la propia clase, contactando con estudiantes  y profesores de otras instituciones y países, potenciando así la educación intercultural. En la práctica, el profesor debe considerar las ventajas y las limitaciones de un determinado material, en función de su utilización didáctica. Es decir, es necesario evaluar la calidad de estas herramientas tecnológicas educativas, tanto desde su punto de vista técnico como pedagógico, para tomar una decisión sobre su potencial didáctico y, en consecuencia, sobre su integración curricular.
Finalmente, el estudiante  de hoy debe emprender un camino distinto al tradicional; se requiere que sea activo en su aprender, que sea creador, un desarrollador de proyectos, que razone y reflexione, que piense y resuelva problemas, que investigue y evalúe, aliado al cambio, adaptable a situaciones nuevas, actuando como un ser humano pleno, capaz de construir y reconstruir su aprendizaje, estando consciente de sus virtudes y limitaciones.
Por consiguiente, un estudiante provisto de este conocimiento puede tener mayores oportunidades para crecer como persona y desarrollar sus potencialidades humanas, crecimiento personal que está mediado por la incorporación de nuevos recursos tecnológicos al aula para apoyar el aprender, como el computador , los multimedios, la internet entre otros. Medios que cuando son usados con estrategias y metodologías apropiadas facilitan y flexibilizan el pensamiento del estudiante permitiéndole que procese inteligentemente la información y que además utilice fluidamente símbolos e imágenes para potenciar la construcción del aprender.  Asimismo, hay que capacitar a los docentes en el uso, aplicación e integración curricular de la tecnología informatizada y su implementación en el aula, para que se conviertan en agentes interactivos en la construcción de conocimientos.
Aunque, lograr este manejo de la formación y capacitación docente no es tarea fácil, pues una de las principales dificultades a las que se enfrentan los educadores actuales es que pertenecen a generaciones que tuvieron que soportar la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la vida cotidiana, sin que muchos las hayan aún asimilado completamente. Mientras que, por el contrario, los estudiantes han crecido en un mundo en el cual estas tecnologías ocupan muchos espacios de su entorno más inmediato. Esta brecha tecnológica, puede llegar a ser un fuerte obstáculo para la incorporación adecuada de nuevos recursos tecnológicos, en la medida en que los docentes se sientan en desventaja frente a sus  estudiantes, dada la facilidad con que estos últimos aprenden a utilizar la tecnología.


REFERENCIAS


MARQUÈS, P (2000). "Funciones de los docentes en la sociedad de la información". Revista SINERGIA, núm. 10, pp. 5-7"     

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