La curiosidad
del hombre por los aspectos que ocurren a su alrededor, lo ha llevado a
escudriñar todos los ámbitos del quehacer humano. Esa inquietud por descubrir
lo desconocido es innata de la raza humana, por estar dotado de una estructura
mental que le permite razonar, reflexionar y elaborar conjeturas sobre los
acontecimientos o fenómenos, existentes en su entorno. Desde tiempos
inmemoriales, las civilizaciones, mediante la reflexión filosófica han tratado
de interpretar la realidad y construir estructuras conceptuales capaces de dar
respuestas a las interrogantes surgidas de la interacción del hombre con el
entorno.
Las expectativas
creadas por el hombre lo condujeron a la búsqueda de una explicación racional
de su “mundo” tanto interno como externo. En este sentido Aristóteles manifestó: “Todos los hombres
tienden por naturaleza a saber" (Universidad Autónoma de Nuevo León, 1986,
p.13). Siendo este el origen del interés del ser humano por indagar sobre la
naturaleza y la esencia del hombre como tal. Lo conllevó a la reflexión
profunda de las cosas para descifrarlas y poder saber cuáles son los patrones
que la rigen. La articulación de la ideas permitió la creación de conjeturas
para llegar al conocimiento de los hechos o fenómenos.
A medida que las
sociedades fueron evolucionando, la creatividad humana y los avances
tecnológicos se incrementaron, trayendo consigo mejora en la calidad de vida de
la humanidad. Sin embargo, las invenciones eran producidas por una élite o por
personas adineradas que realizaban experimentos y lograban, con su ingenio
crear alguna innovación de gran utilidad para el conglomerado social. Pero no
existían centros para la producción y divulgación del conocimiento, que
permitieran la transmisión de saberes a toda la sociedad.
Con el
surgimiento de las Universidades a principios del siglo XII, se acelera el
proceso de creación de conocimiento y nuevas ideas en las diferentes ciencias. Estas
especie de corporaciones que aglutinaban estudiantes y maestros para estudiar
filosofía, teología, medicina, derecho, entre otras, con la finalidad de la
búsqueda del saber. Estos centros constituyeron la piedra angular para el
desarrollo de la humanidad, porque allí se concibieron ideas que posteriormente
se materializaron en productos, procedimientos y organizaciones que instauraron
la base del progreso económico y el bienestar.
La
consolidación y la proliferación de universidades por todo el orbe constituyo
un hito importante para la el auge de las ciencias. Convirtiéndose, por
antonomasia, en verdaderos centros de elaboración y propagación del saber. En
estas instituciones de educación superior se fueron gestando corrientes pensamiento
que abordaban científicamente determinados aspectos de la realidad para
estúdialos rigurosamente, aplicando el método científico. Siendo la razón y el
empirismo unas de las principales fuentes del pensamiento para dilucidar el
problema del conocimiento, esto permitió el avance en los diferentes campos del
saber a nivel racional y empírico.
A raíz de los
grandes eventos sociales, tales como: la
Revolución Francesa, la Revolución Industrial, entre otros, dieron origen a un
conjunto de problemas en el seno de la sociedad. Es así como nacen las llamadas
ciencias humanas o sociales; siendo estas un conjunto disciplinas que tratan la
diversidad de temas, dificultades e inestabilidad que afectan al hombre y la
sociedad. Por lo tanto, su objeto de estudio es la realidad social, la cual es
entendida e internalizada para tratar de resolver los conflictos sociales tan
complejos, producto de la interacción entre los individuos que comparte un
espacio y tiempo en común.
La educación
forma parte de las ciencias sociales, en virtud que es un hecho social: En este
sentido padrón (2006) sostiene: “… la educación es un proceso de
enseñanza-aprendizaje; luego si involucramos a la sociedad donde se produce ese
hecho social (…) En tanto emerge de la sociedad en que surge: podemos dejar
sentado que estamos frente a un fenómeno social”. (p. 11). Por ser la educación
un acontecimiento orden social forma parte de las ciencias sociales: las mismas
se afianzaron en el siglo XIX y dieron origen a otras disciplinas científicas,
dentro de la se puede mencionar la investigación educativa.
La
investigación educativa es una disciplina de origen incipiente, hace su
aparición a finales del siglo XIX, cuando en pedagogía se empieza a utilizar la
metodología científica. Inicialmente este tipo de investigación se denominaba
pedagogía experimental y nace en un contexto socio-histórico en el cual existe
la imperiosa inclinación de consolidar la educación sobre los principios
empíricos e integrar el método experimental a las ciencias sociales. Es en
Estados Unidos en el año 1882 cuando surgió el primer seminario con la
finalidad de fundar una pedagogía de índole científica.
Uno de los
aspectos desarrollados por la investigación educativa es buscar nuevos métodos
y técnicas para incorporarlos al proceso enseñanza aprendizaje, de esta manera
lograr insertar los avances tecnológicos al área educativa. Con la revolución
tecnológica a finales del siglo XX y principio del nuevo milenio siglo XXI, han
permitido el acceso a distancia de la información y la comunicación, llegando
inclusive a tener disponibilidad al conocimiento. Contar con todo estas
herramientas constituye un avance para todos los actores inmersos en el proceso
enseñanza-aprendizaje porque le permite aplicar estrategias didácticas, haciendo
uso de la tecnología para una mejor comprensión de los contenidos curriculares.
Las
innovaciones tecnológicas han revolucionado
la manera de comunicar a las personas en esta era global, sin importar la
distancia geográfica se puede interactuar mediante mensajes de texto, blogger,
chat, correo electrónico, foro colavorative, entre otras aplicaciones. Este
intercambio de información viene a constituir otro elemento esencial para la
producción de conocimientos, debido a que se puede interactuar con personas de
cualquier parte del orbe, cuya cultura e idiosincrasia pueden ser disímiles,
esto permitiendo la integración intercultural.
Con el
desarrollo de recursos tecnológicos educativos los científicos sociales cuentan
con herramientas para recabar información que pueda ser analizada y sintetizada
por programas informáticos, simplificando la labor del investigador. Como es el
caso de los Atlas. ti, el cual es un software para el análisis de información
cualitativa, diseñado para optimizar tareas de organización y análisis de
documentos de texto, pdf, imágenes y video. Es como un “contenedor” inteligente
que guarda un registro de todos los datos. Este contenedor es un archivo de
proyecto de Atlas. Ti o la Unidad Hermenéutica o (UH). Al abrir una (UH)
automáticamente se activa todo el material asociado. De igual, manera existen
otros programas para realizar investigaciones cuantitativas.
Con el
advenimiento de la era digital y la internet muchas instituciones educativas montaron
sus plataformas para impartir clases a distancia mediante aulas virtuales,
donde los estudiantes interactúan con el docente mediante la red.
Indudablemente que esta modalidad de educación a distancia, mediada, es una
gran ventaja para los estudiantes que carecen de tiempo para asistir clase
presencialmente. Sin embargo, el contacto físico con los demás miembros del
grupo y el docente queda supeditado a un simple mensaje. Es decir, que el
interaccionismo simbólico entre los principales actores del proceso
enseñanza-aprendizaje no existe, esto puede repercutir en el desenvolvimiento
del individuo en la sociedad.
Otro recurso
tecnológico empleado ampliamente por muchos docentes y estudiantes es youtube,
en el cual se encuentran un gran número de tutoriales que explican paso a paso
cualquier tópico que el usuario tenga a bien buscar. Sin embargo, tiene una
limitante porque si la persona no entiende un paso o un concepto sobre el tema
objeto de investigación, queda con la duda. Esto se debe a que no existe
interacción entre el expositor y el auditórium, siendo fundamental la
retroalimentación entre los principales actores del proceso enseñanza-aprendizaje.
Dentro de los
recursos tecnológicos utilizados ampliamente por los internautas se encuentran
las redes sociales las cuales permiten realizar video llamadas y disertar sobre
algún tópico en tiempo real e interactuar con varias personas. Siendo Facebook
la más utilizada por millones de personas a escala mundial. Aquí existen
comunidades de diversa índole que comparten información sobre una un tema en
especial, apoyados con videos e imágenes para un mejor entendimiento de los
usuarios. Esta herramienta como recurso pedagógico va a depender de la
intención que le imprima el facilitador o docente que esté al frente del
proceso educativo.
Se pueden
comentar un sinfín de recursos tecnológicos que son empleados en la práctica
pedagógica, unos con más ventajas que otros. No obstante se debe seguir
investigando para mejorar su utilización en el área educativa y superar las
posibles desventajas que ellos presentan. De igual, manera disminuir la brecha
entre una clase de la población que no tiene dominio de esta tecnología a otra
que la maneja con destreza, además desde el punto de vista económico, muchos no
tienen computadoras personales ni acceso a la internet; lo que dificulta tener
la posibilidad de acceso a ese fuente de información.
José Manuel Armario Ortega
C.I. 9594554
Cohorte XXV
REFERENCIAS
Universidad
Autónoma de Nuevo León (1986). Introducción a la Filosofía. Antología. México:
UANL.
Padrón,
A. (2006). Historia y Filósofos de la Educación de la Cultura Occidental con
énfasis en Venezuela. Universidad del Zulia: Venezuela.
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